lunes, 7 de noviembre de 2016

El circo de la noche, Erin Morgenstern




Suelo incluir en las reseñas, lo primero de todo, una sinopsis del libro, pero en este caso no lo voy a hacer. Y es que en la contraportada de El Circo de la Noche viene un spoiler como una casa. Es un dato que no revelan en la novela hasta casi el final. Lo intuyes bastante claro, porque aunque pretende dejar el suspense no lo hace de la manera más sutil, pero aun así, me parece terrible que den ese dato en la contraportada. De modo que advertidos quedáis, si os interesa la novela, no leáis la contraportada.

Suerte que yo no suelo leerla. La de este libro la leí cuando ya llevaba más de la mitad de la novela, lo que vino a confirmar mis sospechas. Pero me cabreó un poco.

El circo llega sin avisar. Se marcha de repente. Y solo abre desde el anochecer hasta el amanecer. Todo es blanco y negro: las carpas, el vestuario, hasta la comida que venden. El fuego. Todo en blanco, negro o gris. No es un circo cualquiera, pero lo que no sabe nadie es que es el escenario de una partida entre dos contrincantes, dos jóvenes magos que no tuvieron elección, fueron elegidos para el juego cuando eran unos niños.

Debo decir que no es una novela de las que me hayan marcado. Ha sido más bien un psé. No me ha decepcionado, no me aburrido, aunque tampoco es que me apeteciera coger el libro. No está mal escrita. Pero no me ha llenado.

Tiene cosas a favor, y bastantes. Lo primero, la distribución de los capítulos. Va alternando algunos capítulos de la historia, narrados en tercera persona, todos con título y fecha con otros escritos en segunda persona del presente, como dirigidos a alguien en concreto, alguien que está entrando en el circo, y al que le dicen lo que está viendo en esos momentos. Los de la historia, además, no están ordenados cronológicamente, lo que le da otra perspectiva a la historia. Esto es un gran punto positivo, porque le da profundidad a la historia.

Y la historia es buena. Tiene buenos cimientos, no se cae y dentro de la realidad que describe es realista. Además, está narrada de una forma muy correcta. No es una grandísima narración, porque hay partes que intenta insuflar más tensión, y por lo menos conmigo no lo ha logrado del todo, pero se ha quedado a poca distancia de lograrlo.

Hay dos personajes principales, que son Marco y Celia, los dos magos protagonistas, a los que conoces desde bien pequeños y vas viendo cómo evolucionan. Tras ellos, sus mentores, unos personajes extraños que interactúan poco con el mundo. Y después están todos los miembros del circo, incluidos los gemelos que nacieron el mismo día de la inauguración. Todos tienen profundidad, todos tienen pasado y peso en la novela. 

Todos los ingredientes que suelo medir para argumentar si un libro me ha gustado o no son correctos. Y tampoco es que me haya aburrido, pero no me ha enganchado. No estaba deseando hincarle el diente, no me ha picado la curiosidad. Creo que he echado de menos algo más de atmósfera.

Puede ser también que no es mi momento. Estoy pasando un bache lector, una de esas épocas en las que todo lo que lees te parece insulso, y como que tampoco tienes ganas de ponerte. Espero que pase pronto, porque hay pocas cosas en la vida con las que yo disfrute como puede ser la lectura. 

No puedo evitar pensar que, quizá por mi momento personal, no estoy siendo justa con esta novela. Ha habido partes que me han gustado mucho, las descripciones de las carpas, los detalles de la ausencia de color. Algunos personajes… Por eso creo que se le puede dar una oportunidad a su lectura, aunque a mí me haya parecido tan sosete. Pero, sobre todo, no leáis la sinopsis.



2 comentarios:

  1. No creo que me anime porque tampoco es un libro que me llame mucho. Espero que ese bache lector lo superes pronto!
    Besotes!!

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  2. Jopé, pues a mí me pareció un libro maravilloso. Qué penita me ha dado leer esta reseña :(

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